En una comunidad remota de Bolivia, una pequeña escuela se encuentra escondida entre colinas onduladas. Los puntos en la ladera crecen y se transforman en niños a medida que se acercan, sus voces y risas amplificadas por las montañas. Los estudiantes llegan a la escuela llenos de energía y con ganas de su primera actividad: escribir cuentos de hadas para practicar su creatividad y habilidades lingüísticas. Para ellos, la educación lo es todo.
Escuelas rurales como esta enfrentan enormes desafíos para garantizar el acceso al agua potable. El pueblo está tan lejos, enclavado en las montañas y tan disperso que los programas nacionales de acceso al agua nunca habrían llegado. El costo de llevar una plataforma para perforar un pozo sería prohibitivo.
Una de estas estudiantes es Yolanda. Habló con entusiasmo de su pasión por el fútbol y la escritura. Aunque esta mañana caminaba alegremente a la escuela, hace unos años, asistir era mucho más difícil. Todas las mañanas, los estudiantes debían llevar una pesada cubeta de agua para su uso diario. Yolanda tenía que madrugar para recoger agua del río antes de hacer la larga caminata a clase. Al llegar, el cansancio le impedía concentrarse en el estudio.
Water For People se asoció con su escuela para construir baños y lavabos y establecer una fuente confiable de agua potable. Ahora, cuando los estudiantes se reúnen alrededor de los lavabos para lavarse las manos antes del almuerzo, ya no les preocupa la falta de agua.
En el patio de recreo, Yolanda marca un gol en un animado partido de fútbol, un momento que demuestra el impacto de estas mejoras. Con acceso a agua y baños en la escuela, niños como Yolanda pueden dedicar su tiempo a lo que importa: aprender, escribir, jugar con amigos y marcar goles.
Apoyar Water For People significa transformar escuelas como esta. Significa cambiar la historia de estudiantes como Yolanda. Hoy, estos niños están llenos de sueños, energía y esperanza, gracias al simple pero poderoso regalo del agua y el saneamiento.
